EL Pensamiento del Día (Viernes 28 de
Febrero de 2014)
“Debemos ser individuos conscientes, educados, respetuosos, honestos y equilibrados, antes que individuos legalistas”.
Miguel A. Terán
REFLEXIÓN: Mientras se requiera de la ley para que nuestras decisiones, conductas y acciones tengan límite, estaremos en problemas como individuos y sociedad. La ley debería ser nuestra referencia básica al indicar el obligatorio seguimiento de lo que ésta ordena, permite o prohíbe, en beneficio de todos, pero es responsabilidad de cada uno de nosotros la conciencia y compromiso con su estricto cumplimiento.
Como ciudadanos debemos tener presente el impacto, en nuestro entorno o sociedad, de nuestras decisiones, conductas y acciones, antes de ponerlas en práctica. El Principio Moral de la Regla de Oro, nos recuerda que “debemos tratar a los demás de la misma manera que quisiéramos ser tratados nosotros” y que “no debemos hacer a los demás lo que no queremos que nos hagan a nosotros”.
Recordemos al Emperador Romano Marco Aurelio, quien afirmaba que nada que no sea bueno para el panal, tampoco es bueno para la abeja. Entonces, lo que daña a la sociedad más temprano que tarde nos afectará a todos y cada uno de nosotros o a nuestros descendientes. Muchos de los problemas que, actual e históricamente, han atravesado sociedades, pueblos e individuos han sido resultado del predominio del interés individual o grupal, sin beneficio real para la sociedad o, inclusive, en perjuicio de ésta.
Decía el filósofo Anacarsis que muchas veces las leyes son como las telarañas: los insectos pequeños quedan atrapados en ellas; mientras, que los insectos grandes la rompen. Por su parte, el escritor polaco Stanislaw Jerzy Lec, reconocía que todos somos iguales ante la ley, pero no ante los encargados de aplicarla.
Si la norma, regla o ley la llevamos dentro de nosotros, como parte de nuestra cultura y diario vivir en valores, entendiendo su importancia para beneficio de todos, no prosperarán expresiones tales como “El que hizo la ley hizo la trampa” o que una ley se convierta en “Un saludo a la bandera”.
Miguel A. Terán
¡Feliz Día y Fin de Semana!
“Debemos ser individuos conscientes, educados, respetuosos, honestos y equilibrados, antes que individuos legalistas”.
Miguel A. Terán
REFLEXIÓN: Mientras se requiera de la ley para que nuestras decisiones, conductas y acciones tengan límite, estaremos en problemas como individuos y sociedad. La ley debería ser nuestra referencia básica al indicar el obligatorio seguimiento de lo que ésta ordena, permite o prohíbe, en beneficio de todos, pero es responsabilidad de cada uno de nosotros la conciencia y compromiso con su estricto cumplimiento.
Como ciudadanos debemos tener presente el impacto, en nuestro entorno o sociedad, de nuestras decisiones, conductas y acciones, antes de ponerlas en práctica. El Principio Moral de la Regla de Oro, nos recuerda que “debemos tratar a los demás de la misma manera que quisiéramos ser tratados nosotros” y que “no debemos hacer a los demás lo que no queremos que nos hagan a nosotros”.
Recordemos al Emperador Romano Marco Aurelio, quien afirmaba que nada que no sea bueno para el panal, tampoco es bueno para la abeja. Entonces, lo que daña a la sociedad más temprano que tarde nos afectará a todos y cada uno de nosotros o a nuestros descendientes. Muchos de los problemas que, actual e históricamente, han atravesado sociedades, pueblos e individuos han sido resultado del predominio del interés individual o grupal, sin beneficio real para la sociedad o, inclusive, en perjuicio de ésta.
Decía el filósofo Anacarsis que muchas veces las leyes son como las telarañas: los insectos pequeños quedan atrapados en ellas; mientras, que los insectos grandes la rompen. Por su parte, el escritor polaco Stanislaw Jerzy Lec, reconocía que todos somos iguales ante la ley, pero no ante los encargados de aplicarla.
Si la norma, regla o ley la llevamos dentro de nosotros, como parte de nuestra cultura y diario vivir en valores, entendiendo su importancia para beneficio de todos, no prosperarán expresiones tales como “El que hizo la ley hizo la trampa” o que una ley se convierta en “Un saludo a la bandera”.
Miguel A. Terán
¡Feliz Día y Fin de Semana!
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